Desde sus comienzos hasta ahora, la Fundación Banco de Alimentos de Granada ha mantenido su carácter benéfico, independiente, apolítico, laico y sin ánimo de lucro, siendo sus principios la lucha contra el despilfarro alimentario, la recuperación de excedentes alimentarios y su distribución justa y equitativa entre colectivos que atienden o están formados por personas con necesidades alimentarias.
Con este proceso contribuimos a la integración social de las personas en peligro de exclusión y a la protección del medio ambiente evitando la destrucción de alimentos.
Las señas de identidad fundamentales del BAGR son la promoción del voluntariado y el desarrollo de la solidaridad. Los criterios de valor en los que se basa su actuación son los de transparencia, apertura a la sociedad, administración honrada y eficaz, aprovechamiento de los recursos y un sentido radical de la gratuidad en todo.
La actividad del Banco de Alimentos se basa en la participación de los voluntarios que colaboran diariamente en las tareas de recogida, clasificación y reparto de alimentos. La mayoría son profesionales jubilados, que prestan sus conocimientos de gestión, capacidades técnicas y manuales, de forma altruista, al igual que varios centenares de colaboradores en acciones puntuales, que ofrecen su esfuerzo y parte de su tiempo libre para paliar las necesidades de las personas más desfavorecidas de la provincia de Granada.